Cómo afrontar cambios en nuestras vidas

Cambios

Cada vez que iniciamos una nueva etapa, nos surgen una serie de incertidumbres. ¿Me es conveniente realizar esto? ¿Estaré escogiendo bien? ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Es el momento? Pensamos que no tenemos quizá la suficiente experiencia o conocimiento, o que si preparas algo mejor las cosas, todo será más fácil. Todos estos pensamientos son válidos para analizar la situación en la que nos encontramos y realizar un balance de riesgos ante la nueva situación que se nos avecina. No pensemos que esto es inseguridad. Es el miedo, y nos permite analizar cual es la situación en cada momento.

No nos podemos limitar a valorar únicamente las observaciones que nuestro ego hace de la situación. Nuestra mente está limitada a lo vivido en la vida y nunca hay que olvidar que lo que observamos es parte de nuestra percepción. Lo que para alguien es un mal momento, para otro puede ser la mejor oportunidad de su vida. Muchas veces se nos olvida que somos seres completos, que la sabiduría de lo que nos conviene está en nosotros. Hablo de nuestro instinto, de lo que nos mueve. Si aquel camino que queremos emprender nos hace soñar, nos llena de alegría, no lo dudes, persíguelo. Es la única forma de que vivas feliz.

La felicidad no quiere decir que no haya momentos difíciles, sino que en esos momentos difíciles vas a tener el coraje y las ganas de superar los obstáculos. Vivirás en el presente, disfrutando de cada momento, en vez de estar pensando en las vacaciones de verano o la jubilación. Muchas veces viajamos detrás de una zanahoria, intentando llegar al premio, porque no llegamos a conectar con lo que hacemos. Vendemos nuestra vida por un sueldo o por expectativas ajenas, pensando que algún día podamos dedicarnos tiempo y hacer aquello que siempre hemos anhelado.

Confía, confía en ti y en aquello que anhelas. Aquellas cosas que se realizan desde el amor son más fáciles de materializar. Somos energía, y cuando nuestra energía está más resonante, llega más lejos. Contagias la ilusión a otras personas, convences a la gente de tus ideas, no te fatigas ante el camino.

Hay momentos en que nos animamos y decidimos poner en marcha aquello que nos mueve, pero hay otros en los que nos venimos abajo. Estos son los cantos de sirena de Ulises. ¿Y si no puedo? ¿Y si no me aceptan? ¿Y si no consigo beneficios? Todas estas dudas son tus miedos que te bloquean. Solo existen en tu cabeza.

Si tú dudas, la gente lo percibe y no va a creer en lo que sueñas, porque se dan cuenta de que ni tú crees en ello. Hacen de espejo y te muestran tus dudas. En cambio, si tu no dudas, la gente te mira, ven tu decisión y convicción y se lo creen, y así te lo muestran, aunque tengan otra creencia para ellos. Aceptan que para ti sea una buena decisión. Créete aquello que sueñas. Amárrate al mástil, tal y como hizo Ulises ante los cantos de sirena, y sigue adelante, créetelo.

Aquí viene uno de los trabajos mas importantes de nuestra individuación. Como saber aquello que nos mueve. Como saber quienes somos y conocer aquello que de verdad anhelamos. Después de muchos años de que nos digan lo que “tenemos que” hacer, llegamos a olvidar quienes somos. O de saber que aquello que nos movía hace 20 años no tiene porque movernos ahora. La vida es movimiento, todo fluctúa. En cuanto nos quedamos estáticos en algo, estamos muertos. Los posicionamientos rígidos y estáticos no son emocionalmente sostenibles.

Todo en la vida va cambiando, y si nosotros nos quedamos rígidos en algo, cada vez nos encontraremos más fuera de lugar y con menos recursos para afrontar las situaciones. Hemos invertido tanto tiempo en aprender las cosas, que somos incapaces de soltar lo aprendido. Desaprender. Desaprender conductas, desaprender creencias, desaprender las formas de relacionarnos con los demás, desaprender limitaciones.

Nos identificamos como personas en que somos de una determinada manera (soy ingeniero, heterosexual, feo, gordo…), pero no nos damos cuenta de que aparte de todo esto somos muchísimo más. Tenemos infinidad de posibilidades de Ser. Estamos conectados con la Fuente, de hecho, somos la Fuente. Descubre quien eres o quien quieres ser en cada momento.

Recursos

Os indico varios tips o recursos que a mí personalmente me han servido de gran utilidad. Cada cual que analice qué resuena consigo mismo, decidiendo si aplicar cambios en su vida o no. El despertar de la conciencia es como el despertar matutino. Cuando nos intentan despertar en contra de nuestra voluntad no queremos hacerlo. Solo funciona si nosotros decidimos que es el momento.

  • Vivir el ahora: Callar mi mente y disfrutar de lo que estoy haciendo. Intentar que mis experiencias anteriores no ocupen mi mente. No pensar en el futuro. Mis preocupaciones realmente no existen, pero para mi persona suponen estar buscando soluciones que cuando llega el momento no tienen nada que ver con la realidad. Todo ese trabajo de preocuparme, me ha supuesto un gasto energético igual a que si lo hubiera vivido, y que no soluciona nada. Cuando llegue el momento ya buscaré la solución y mientras tanto disfruto del aquí y el ahora.
  • Marcar los objetivos desde el amor: Escuchar lo que mi corazón me dicta. La vida es abundancia. Si conecto y vibro con la vida me convierto en uno de sus instrumentos por la que emano abundancia. Tener la certeza y la tranquilidad de que las cosas llegarán cuando tienen que llegar. Si deseo las cosas desde el miedo o la carencia, me alejo de ellas.
  • Pensar que todo lo que me pasa en la vida tiene que ver conmigo: Todo lo que no me gusta de mi vida, tengo la capacidad de cambiarlo. No me quedo esperando a que el otro cambie o la situación cambie. Siempre hay algo que nosotros podemos cambiar para que no pase exactamente lo mismo. Si caemos en la tentación de criticar y seguir haciendo lo mismo, nos sucederá lo mismo, porque esperamos que la solución a nuestros problemas venga desde fuera. No criticar, sino actuar. La critica sin análisis es parálisis.
  • Tener pensamientos positivos: Todo lo que necesito está en mi. Da igual lo que quiera hacer en mi vida. Mis mejores aliados son mis atributos. Cuando alineo mis emociones con mis sentimientos y con mis actos, estoy en paz. Nuestros pensamientos poseen el poder de materializar nuestra realidad. Analizar lo que pienso y cambiar mis pensamientos negativos por otros positivos. Veo como mi vida cambia y consigo cosas antes insospechables.
  • Utilizar las emociones para analizarme: Si observo cuando afloran en mi las emociones, consigo saber quien soy. El amor, el miedo, el asco, el enfado y la tristeza. Cada una de ellas nos revela aspectos de nosotros. Todas son necesarias y están bien. Cumplen su función. Si me reprimo alguna de ellas, me da el aviso de que no me estoy dando el permiso de ser de alguna forma. En vez de hacerme la pregunta de ¿porque hago esto?, me hago la de ¿para que hago esto? Me permite buscar soluciones.
  • No intentar cambiar a la gente: Para realizar mi camino no necesito cambiar a nadie. Cada persona tiene su proceso y sus aprendizajes. Conectar con mis necesidades y comunícaselas a las personas que me rodean me ayuda. Si de verdad me quieren, me aceptarán. Y si no me aceptan, sigo mi camino y me encontraré con gente que me acepte tal y como soy. Tampoco tengo que renunciar a mis necesidades por estar con nadie. Si me anulo como persona, tarde o temprano sufro las consecuencias. Me gusta mantener una coherencia entre lo que pienso, siento y hago.

Conclusiones

Pensar que no dependemos de factores externos para sentirnos de una determinada manera, ayuda. Lo importante no es lo que nos pasa en la vida, sino como lo vivimos. No pensemos que las situaciones duras son malas. Las vivimos para hacer aprendizajes. Podemos cambiar conductas, podemos buscar escenarios diferentes, adoptar nuevas creencias o por el contrario podemos también seguir adoptando las mismas soluciones. Todo es perfecto y cada persona decide cuando realizar algún cambio en su vida o seguir igual. Eso si, hasta que no encontremos ese equilibrio de lo que sentimos-pensamos-hacemos no encontraremos nuestra paz interna.

Acostumbramos a escuchar nuestros pensamientos para saber que queremos y nos olvidamos totalmente de nuestros sentimientos, que surgen del corazón y se reflejan en nuestro cerebro primitivo que es el estomago o sistema digestivo. Este nos muestra cuando algo externo nos está afectando o cuando la decisión adoptada discrepa con nuestro sentir. Dolores de estomago, diarreas, gases…son indicadores de estrés y malestar.

La mente es el ego, y piensa que sabe, pero es un pensamiento totalmente sesgado por nuestra percepción. Atender y entender las informaciones que nos transmiten nuestras emociones son la llave para acceder a nuestro inconsciente. Ese inconsciente que ocupa gran parte de nuestra información y que nos gobierna tomando decisiones viscerales o generándonos bienestar o malestar. Haciendo consciente y entendiendo toda esta información que tenemos en la sombra, conseguimos un mayor conocimiento de nuestras emociones. Y ese conocimiento de nosotros mismos al final se refleja en nuestro bienestar y nuestra salud.

Somos información, somos energía, somos vibración, somos luz. Encontremos nuestra frecuencia para vibrar de la forma más armónica posible.

Hoy en día la física cuántica ha llegado a la conclusión de que en este mundo la energía existe en dos estados. Como onda o como partícula. Pero la energía solo existe como onda mientras no exista ningún observador. Cuando el observador aparece, esas ondas se materializan en partículas. Esta conclusión tan simple lo que nos indica es que lo que vemos y vivimos depende totalmente de nosotros y de nuestra percepción. Cada uno con su percepción es creador de su propia realidad. Y en esta creación nos afectan todos nuestros condicionantes (creencias, pensamientos, miedos, lealtades familiares…). Esto tiene un mensaje muy esperanzador, y es que somos en buena parte creadores de nuestras vidas. Otra cosa es que aquello que creamos sea de nuestro agrado.